sábado, 27 de febrero de 2010

No todos los caminos llevan a Roma

Artículo publicado el 27 de febrero del 2010 en el periódico "Vivir en el Poblado"

Nos dice la sabiduría popular en Europa que si uno no sabe donde se encuentra y sigue el camino que se extiende a sus pies, finalmente llegará a Roma
. En el siglo décimo esto no era cierto, porque todos los caminos europeos terminaban en Santiago de Compostela, España, cerca del fin de la tierra - Finis Terrae -, puesto que las tierras y caminos del sur del continente y que conducían a Roma y Jerusalén estaban en posesión de los Infieles – los moros como los llamaban en España -.

Esas épocas lejanas eran de peregrinación hacia los lugares sagrados, donde se iba en busca de la redención de los pecados cometidos en esta vida, para llegar así -a la hora de la muerte- lo más limpio posible a su rendición de cuentas con el creador. Anualmente llegaban a Santiago miles de peregrinos provenientes de todos los rincones de Europa, buscando con la peregrinación la salvación de su alma. Cada viaje de ida y regreso era toda una empresa personal o familiar que fácilmente se tomaba varios meses.

Están documentados caminos hacia Santiago que provenían de Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, Austria, Hungría, Italia, Alemania, Polonia, Dinamarca, Suecia, Inglaterra, etc. Confluían todos en dos o tres puntos de entrada a España: Somport – cerca a Huesca -, Roncesvalles - próxima a Pamplona, y San Sebastián en la costa cantábrica; también llegaban a Santiago caminos provenientes de Portugal y de cada rincón de la península.

El más conocido hoy es el llamado Camino Francés, que cruza los Pirineos desde Saint Jean Pied de Port en Francia y entra en España por Valcarlos (Roncesvalles); en total desde allí hasta Santiago son 774 kilómetros pletóricos de variados y contrastantes paisajes, y que haciéndolos a pie se completan en aproximadamente un mes.

El camino perdió importancia a partir del siglo XV – cuando los moros salieron de España -, pero que ha recuperado su popularidad a partir de la década de los 80 del siglo pasado; ya no solo como ruta de peregrinación, sino también como ruta vacacional familiar o de amigos, especialmente en los meses de verano, pero usada durante todo el año por miles de peregrinos de todas las nacionalidades.

Hacer el camino es un excelente ejercicio físico, pero también es una manera de elevación espiritual, donde el peregrino en contacto consigo mismo tiene la oportunidad de meditar sobre su vida, su pasado, su futuro, decisiones pendientes, etc., dando también la oportunidad de encontrar y conocer personas de diferentes nacionalidades y orígenes, y que serán las que compartirán su camino en ese lapso, y en algunos casos durante el resto de sus vidas.

Además, permite al peregrino entrar en contacto íntimo con la rica cultura e historia del norte de España, a través de sus gentes, tradiciones, ciudades, iglesias y monasterios, edificios históricos, gastronomía, etc. Con justa razón la UNESCO declaró al camino como patrimonio cultural de la humanidad.

Estos casi 800 kilómetros llevan cada día al peregrino hacia diferentes cocinas regionales, las que se han adaptado durante centurias a los productos específicos de cada comarca, a su clima y también a los alimentos que llegaron a ellas desde las colonias españolas de ultramar, especialmente desde América.

Por tratarse de poblaciones tan antiguas, existentes hace más de 1000 años, las distancias entre ellas son cortas, entre 10 y 20 kilómetros, lo que facilita el desplazamiento sin constituirse en un esfuerzo sobre humano. Las comunidades conservan y mantienen las fiestas, costumbres y platos regionales o familiares; y que serán los que el peregrino va a encontrar cada noche, cuando solicite en cada restaurante el conocido como “el menú del peregrino” compuesto por tres suculentos platos: entrada, principal y postre, acompañado por un buen vino de la región, bien sea blanco o tinto, todo ello por un precio más que razonable.

Algunos pocos ejemplos de lo que el peregrino encontrará en su devenir (además de la calidez humana de los bares, tabernas y restaurantes) serán las alubias rojas con manitas de cerdo y las chistorras en las cercanías de Pamplona; los pinchos o tapas de los bares de esta ciudad, Burgos, León y Santiago; los pescados, corderos, codornices, mariscos, etc., cocidos a la manera de cada comunidad – no es lo mismo ni saben igual una merluza a la Navarra que una merluza a la Gallega –; la posibilidad de disfrutar de un buen trozo de bacalao cocido a la perfección cerca de Santo Domingo de la Calzada; y casi al final, en Melide (Galicia), conocer la gloria en la pulpería Ezequiel disfrutando de un exquisito Pulpo a la Gallega; el peregrino encontrará además, a lo largo de su recorrido, embutidos, tortillas, postres, quesos y dulces variados, emblemáticos de cada región, que recordará por muchos años y que podrán satisfadrán al paladar más exigente.

Hacer el camino es fácil, se empieza y se termina donde quiera el peregrino, los albergues al final de cada etapa dan alojamiento por una noche a un precio módico, no hay horarios para cumplir, ni etapas definidas. Hay cierto orden preestablecido pero cada cual es libre de hacerlo de acuerdo con sus propios requerimientos y deseos. Hacerlo este año, tiene el “bono especial de ser un año santo”: los que caminen un mínimo de 100 kilómetros –esto es desde León hasta Santiago-, lo registren en “La Credencial”, asistan a la misa de los peregrinos, abracen al santo, lo visiten en la cripta y reciban los sacramentos de la penitencia y la comunión recibirán la indulgencia plenaria, tal cual está establecido por la Iglesia Católica.

Internet tiene abundante información sobre el tema, especialmente útiles son las de las Asociaciones de Amigos del Camino (http://www.caminosantiago.org), o pueden escribirme al diario o a mi dirección personal (alvaronenator@gmail.com), donde gustosamente trataré de dar respuesta a eventuales preguntas o inquietudes.

Espero que algunos se decidan, que tengan un buen camino y un recuerdo imborrable para sus vidas!

Buenos Aires, febrero 2010.

martes, 23 de febrero de 2010

Cuando a los Mesas nos bajaron el estratito!

Imagínese que estando Usted en Manizales, estimado lector, tiene que decidir sobre la participación de su empresa en el financiamiento de un proyecto cultural y que tiene en la antesala de su oficina a las dos personas que promueven los proyectos finalistas: la primera es Ana María López de Mesa y Villegas, la segunda Ana María Mesa Villegas.

Mi percepción es que muy probablemente usted atenderá primero a la señorita López de Mesa y Villegas y que ésta, por la complejidad de los apellidos y encumbrada posición social (obviamente estrato 6), tiene una leve ventaja sobre la segunda (como mucho estrato 4!) para ser la beneficiaria.

Y que pasaría si le digo que son la misma persona? Pues resulta que no le miento.

La cosa fue así:
Por los años de 1750 llegó a Medellín el Señor Don José Salvador López de Mesa, quién provenía de la Villa de Chiclana en España (Según el infalible Google Earth se trata de una población localizada cerca del puerto de Cádiz – 36º 25’Noete; 6º 09’ Oeste), 4 años después, el 25 de Octubre de 1754, este buen señor se casó con Doña Magdalena de Puerta y Ochoa, hija de Don Javier de Puerta y Doña María Ochoa, ambos de familias muy principales y de larga trayectoria en Antioquia y en el Nuevo Reino de Granada.

De este matrimonio hubo 4 hijos, uno de ellos un nuevo José Salvador, quién casó con Doña Manuela Bohórquez, hija de Don Cristóbal Bohórquez y Doña Josefa Velásquez. Estos, a su vez, entre sus hijos tuvieron a Don José María quién se casó con Doña Candelaria Lince, hija de Don Jacobo Facio Lince y Doña María de Jesús Lotero.
Obvio es que las familias antes mencionadas: Bohórquez, Velásquez, Facio Lince y Lotero eran importantes en Antioquia y de una larga tradición cristiana, libres de moros y judería, como se atestiguaba en esas épocas antañonas.

Hubo 4 hijos del matrimonio de Don José María y Doña Candelaria, uno de ellos fue Don Justiniano López de Mesa que se casó con Doña Mercedes Prieto – hija de Don José y de Doña Paula Gómez. Éstos, entre otras cosas, fueron los padres de Don Rafael Mesa Prieto - y también de Justo, Candelaria, Cecilia y Amelia - o sea del abuelo, bisabuelo, tatarabuelo, etc. de los miembros de Familia Mesa.

Según la tradición familiar, un buen día Don Justiniano – y probablemente por lo menos otro de sus hermanos – decidieron abandonar el “López de” y volverse simplemente “Mesas”, cambio que mis informantes decían se debió a desavenencias entre familiares y que resolvieron zanjarlas en una forma muy civilizada: unos renunciaron a la parte compleja del apellido.

Lo que nunca pensó el irreflexivo de Don Justiniano fue que con este acto, 120 años después, le iba a bajar de un solo golpe algo así como dos o tres estratos a sus descendientes de Familia Mesa!.

Buenos Aires, febrero del 2010.

Nota: Toda la información genealógica de este artículo es resultado de la investigación de autor en la cuarta edición de la obra “Genealogía de Antioquia y Caldas”, del Señor Gabriel Arango Mejía.

sábado, 20 de febrero de 2010

Recuerdos de familia

Estas notas las preparé para la reunión de la familia Mesa del 2004, y fueron leídas por uno de mis hermanos.

Hola Oscar, muy buenas las noticias de la reunión familiar, que será una excelente oportunidad de reencontrar a personas con nuestros ancestros familiares y conocer a las nuevas generaciones que vienen atras.

Algunas historias o anecdotas que recuerdan a los mayores y de las que me acuerdo:

Noche del 16 de diciembre de 1952, Papa Rafael estaba en las ultimas y se dudaba que amaneciera al otro dia. Papá Rafael y Mamá Tina vivian en Uraba con Balboa, a la vuelta sobre Balboa estaba la casa de Rafael y Belen. A eso de las 10 de la noche Rafael se fue a dormir. En la mañana del 17 a eso de las 6, Merceditas y Mama Tina oyeron que se abria la puerta de la casa y esperaron que apareciera Rafael, pero despues no aparecio nadie... A eso de las 7 llamo Belen a contar que Rafael habia fallecido. Papá Rafael se recupero de su enfermedad y vivio varios años mas.

La distracción de papá Rafael era jugar tute o tresillo con sus hijos y con Benjamin, especialmente en las tardes de los sabados en la casa de Uraba o los fines de semana durante las vacaciones de diciembre en las fincas que alquilaba Rafael, por ejemplo Villa Capri en Caldas. Después de la muerte de Rafael se hacian en las fincas que alquilaban los padres de Maruja (Don Raul y Doña Sofía) en Envigado o en Sabaneta. El abuelo disfrutaba enormemente de ellas, especialmente cuando ganaba y tenia al frente un gran montón de chochos, que era con los que se apostaba. Un idea excelente de juego daba una ganancia de 10 pesos, que a la tasa de cambio de esa Epóca eran unos 4 dolares, es decir 8000 pesitos de hoy...

Los sabados en la tarde era el día en que iba toda la familia a visitar a los abuelos, en total se reunian unas 30 o 40 personas. Mientras los mayores estaban en la sala los menores jugabamos en la casa o en el sotano que tenía puerta independiente de la casa, era oscuro y tenebroso, especial para poner a volar la fantasía con historias de policias y ladrones. Tenía su encanto tenebroso, pues en uno de sus rincones estaba la 1apida de Lucia, la hija muerta jovencita. Como la casa quedaba en una falda se jugaba en la calle al futbol en forma transversal y cuando se iba la pelota había que salir corriendo falda abajo para alcanzarla antes de que llegara a la esquina y la pisara un carro. En otras ocasiones los partidos se jugaban en uno de los grandes patios que tenía la casa de Rafael.

Los domingos en la mañana volvian parte de los hijos, a eso del medio dia aparecia Luis con un paquete enorme de empanadas, compradas en Boston y que eran consideradas las mejores de la villa. No se cuantas empanadas compraba, me imagino que por lo menos 100, las que acompañadas de limón o aji desaparecian en minutos.

Mama Tina era una catolica muy devota, yo recuerdo que estuve muy cerca de los abuelos y fueron muchas las noches que pase en la casa de Uraba. Todos los dias a eso de las 5 y media de la mañana pasaba por ella un taxi del Tax Imperial, un oldsmobile modelo 52, que la llevaba a la catedral de Villanueva. Estaba en la iglesia hasta eso de las 7 y media y se oia unas 10 misas. A esa hora regresaba el taxi por
ella y llegaba para acompañar a Papá Rafael en su desayuno. El salia caminando para la fotografia (Palace con Maracaibo) para abrirla a las 8 y media y a los pocosminutos Mamá Tina salía para la iglesia de laVeracruz para asistir a otras 4 ó 5 misas. Papá Rafael salia de la fotografía y para almorzar a las 12, caminaba nuevamente a casa y regresaba caminando, despues de almuerzo, a las 2 de la tarde. Cerraba la fotografia a las 5 y media de la tarde. Llegaba a casa y se sentaba en la sala en un sillón que solo el usaba a rezar el rosario a las 6 y media que lo cantaban por la radio, Mamá Tina ya había oido otros que empezaban desde las cuatro y media… A eso de las 7 se comia y a eso de las 8 y media todo el mundo dormia, menos los dias en que llegaba de visita el doctor Jencho Villa (médico de los abuelos, y vecino), al que le servian un whisky y contaba historias hasta eso de las 10 de la noche. El comentario despues de que salia el doctor era sobre el trasnocho a que los había sometido. Tuve el privilegio de acompañar muchas veces a los abuelos en estas rutinas de su vida.

Mamá Tina me contó en varias oportunidades como fue su noviazgo con el abuelo. Ella se sentaba en la ventana por las tardes y el abuelo se paraba en la esquina a contemplarla, cuando se iba pasaba por su lado y le entregaba pequeñas misivas en las que le declaraba sus sentimientos y ella le sonreia. En cierto momento el se acerco a la casa de Don Jeronimo Salazar y Doña María Josefa Alvarez Carrasquilla y les pidio el permiso de cortejar con intenciones serias a su hija Clementina, ellos consintieron y un tiempo despues se casaron. Clementina tenia 14 años y cuando el abuelo volvia del trabajo la encontraba debajo de la cama jugando con las muñecas. Tuvieron 14 hijos. Contaba la abuela que cuando iba a la plaza a mercar le preguntaban que si era que compraba para una tienda, pero eran por lo menos 17 bocas para alimentar, levantadas a punto de las fotos que tomaba el abuelo!

Despues de la muerte de papá Rafael quedaron Mamá Tina y Merceditas solas en la casa, un tiempo despues se acordo que vinieran a vivir a casa y Belen con la magnanimidad que la acompañaba cubrio los costos de la ampliación de nuestra casa, construyendo una especie de departamento independiente en la que vivian las dos. Mama Tina sufrio una hemiplejia a fines de los 50 o principios de los 60 y poco a poco fue perdiendo la lucidez que la acompañaba durante su vida, fallecio a principios de 1963.

Contaba Belen que Rafael se llevo para la luna de miel los planos de la cúpula de la Iglesia de San Antonio. La verdad es que le quedo muy bien calculada pues lleva cerca de 70 años y todavia esta incóunme. Rafael era un ingeniero extraordinario, emprendedor y de una gran calidad humana. Fue socio de la Colombiana de Construcciones, en su momento la segunda, o sería la primera?, empresa constructora de la villa. Todavia existe el edificio propio que construyeron en Junin a una cuadra de la iglesia de San Antonio, que para su épóca fue uno de los edificios mas altos de la ciudad. Con el se desarrollaron profesionalmente y trabajaron Jesus y Alberto.

De tiempo en tiempo venía Ignacio desde Bogotá, era proverbial que para su visita se le encargaba a las Henao, amigas de toda la vida de Merceditas y Lola, sus famosos pastelitos de Gloria hechos con masa hojaldrada, arequipe, bocadillo y cidra. Los mejores que he probado en mi vida. Ignacio se reservaba para el una cantidad ingente y el resto lo compartia con la familia. Su capacidad de comer dulce era infinita y podía dar cuenta facilmente de 10 de dichos pastelitos.

De Ignacio y su familia aprendi la valoración de la buena vida, la comida refinada y el buen gusto, eran un mundo aparte en cuanto a refinamiento en comparación con el resto de familia, mucho mas sencilla y campesina, como era el Medellín de los años 40 y 50. Ignacio se trasladó para Bogotá, estimo que a fines de los 40, y Construyo una casa en El Chico, al lado de la de Carlos Lleras Restrepo. En Septiembre de 1952 una turba fue a quemar la casa de Lleras, con tan mal suerte para Ignacio y Amanda que se confundieron de casa y les iban a quemar la de ellos, parece que les costo algún
trabajo convencer a la turba que la casa correcta para cumplir con su designio era la vecina...

Merceditas vivio todos los años de su vida al lado de Papá Rafael y Mama Tina. Según contaba Lola, tuvo un solo enamorado conocido que trabajaba en el tranvia que iba del centro a Manrique. Resulta que a Don Rafael y a Doñaa Clementina no les gusto el pretendiente y le prohibieron el noviazgo. A partir de ese momento no se le conocieron
nuevos pretendientes y murio soltera. Trabajo durante muchos años con el Dr. Alfonso Palacio calle y se fue a vivir con nosotros despues de la muerte de Don Rafael, era una trabajadora incansable, fanatica de la limpieza y del orden. Su "hijo" postumo fue un perro pastor que teniamos en casa al que cuando hacia algo inapropiado le daba unas "pelas" terribles. A finales de los 60, según recuerdo, se canso de vivir, se acosto y en menos de una semana fallecio

Alberto estudio la Arquitectura en los Estados Unidos, en la universidad de Cornell, una de las mas destacadas de los Estados Unidos. Esto fue en la decada de los 40. Me imagino que esto lo pudo lograr al apoyo económico de Rafael, como una muestra mas de su magnanimidad y apoyo económico para toda la familia. Rafael siempre fue demasiado generoso con el que tenia necesidades.

Cuando Alberto regresò de Estados Unidos, vino con su compañero Gary Powers quien
estuvo un tiempo en casa de los abuelos. Un dia le dieron dulce de duraznos y la fruta desaparecio, gran preocupación de la abuela y Merceditas por si se la habia tragado, la que el despues les aclaro que habia guardado discretamente en el bolsillo de su
pantalón porque no le parecio de buena educación devolverla al plato.

Javier era un ingeniero extraordinario, de gran inteligencia y solvencia profesional. Empezo su carrera profesional trabajando para la empresa de energia, fue identificado como un profesional muy prometedor y fue enviado en los años 50 a estudiar un master en hidraúlica en la Universidad Iowa cuando estaban empezando las Empresas Públicas de Medellín, en poco tiempo fue designado comosu gerente técnico. Su gestión fue fundamental para el crecimiento de las empresas, el participo activamente en la definición y financiamiento de sus primeros grandes proyectos: Guadalupe III, Troneras, Miraflores, Nare, el embalse de los Salados, la planta de la Ayurá, el Plan Piloto de Alcantarillado, la ampliación de las centrales telefónicas, etc. Era un ingeniero que tenía la capacidad de analizar con profundidad los grandes y pequeños detalles, siendo gerente revisaba en detalle los planos principales de las grandes obras, a los cuales le hacia anotaciones con su temible lapiz rojo. Los que trabajaban con el le tenían un gran respeto profesional. Despues de que se retiro de las Empresas puso una firma consultora adonde trabajo hasta su muerte. En esta etapa desarrollo estudios y diseños de nuevas obras tales como el bombeo del Rio Buey al pantanillo, las primeras ideas para el desvio del Rio Grande para el acueducto de Medellín, las centrales hidroelectricas de Riogrande 2, Porce 2, Porce 3 y otras mas que se me escapan. Sus informes eran famosos ya que en cada uno de ellos incluia una formula producto de su proceso de ingenio y deducción. Javier fue mi mentor profesional y gracias a su ayuda y apoyo llegue a ser lo que soy hoy profesionalmente.

Mi madrina fue Tina, quien estando yo muy pequeño se fue para el convento de las Hermanitas de los pobres adonde ya estaban Pepa y Margarita. Con el pasar de los años volvi a a verla cuando regresoa Medellín. Siempre nos quisimos mucho, en los ultimos años nos alejamos porque ella no acepto la separación con la madre de mi hijo, yo la entiendo y espero que ahora ya lo haya hecho.

Dicen que Pepa era tan hermosa, que cuando en los años de la postguerra salia a recoger la limosna para los ancianos recibio varias propuestas de matrimonio de ardientes enamorados que no podian entender como una mujer tan bella estaba de monja... Cuando años despues vino a Medellín de visita tuvimos la oportunidad de ratificar las historias de su legendaria belleza. Era una persona, al igual que Margarita y Tina, que irradiaban paz y tranquilidad, y a las que los años parecian no pasarles.

Hasta aqui me dan los recuerdos, un abrazo y muchos cariños

alvaron

Lo reproduzco con el debido permiso de la dueña del blog y autora del texto

JUEVES 11 DE FEBRERO DE 2010

Por qué tener médico en la familia es peor que tener POS - Por Ana María Mesa Villegas

Mi papá es médico, mi hermana es médico y mi tío Anibal es médico. Así que asumamos pues que yo tengo autoridad para hablar de lo que voy a hablar.

Eso sirve, pero para muy poquito.

A usted le tienen impaciencia desde el día uno que pregunta cualquier cosa:

- Papi, mirá esta ronchita (se supone que ese es su campo, es dermatólogo)
- ¿Por donde quieres que te corte mi amor?

Mi papá hace de todo una burla. Si le pregunto por un dolor, su impaciencia se revuelve con un poquito de "otra vez mi linda hipocondríaca" y me responde diciendo que por dónde quiero la amputación.

Resuelve todo con una crema sola: Acloderm, no sé si me cobren esta cuña, pero esa crema servía para todo en mi casa... yo la recetaba también... eso o domeboro y dermovate... y listo! ya sabemos todos dermatología, todo se cura con esos tres potajes. Me pica aquí, Acloderm; me rasca el pie, Acloderm; este salpullido, Acloderm... todo! Lo que le de a uno en el ojo y la lengua también.

Uno de sus amigos fue una vez a la casa a que mi papá le viera a la señora... esa familia era toda amiga de la nuestra, mi mamá de la señora y mi hermanita y yo de las hijas; esas consultas eran visitas de sala... mi papá hizo la consulta, redactó la fórmula y se la entregó a la señora... seguimos la visita como si nada... cuando salían, mi papá llamó a una de las hijas: Angelita, ve, cuando tu mamá se de cuenta que le mandé pelos de gato negro de cementerio en infusión todos los días de luna llena durante el próximo año, vos le entregás ésta, que es la fórmula de verdad...

Yo no sé realmente si mi papá alguna vez me trató algo con seriedad... ahh sí... el vitiligo! Vitiligo es una despigmentación de la piel, que a estas alturas de la humanidad no se sabe por qué da, y como es una "condición" que no estorba ni es contagiosa, ni nada, a los médicos no les ha interesado mucho salir de dudas con ella, así que hasta los tratamientos son raros, a mi me mandaron sol, sin protector solar (hoy no puede ir uno donde un dermatólogo sin que le receten protector) y alumbramientos... Él me llevaba una vez a la semana al Hospital Universitario, me ponía unas gafas de esas que usan algunas personas para dormir sin que la luz les estorbe, prendía una lámpara de rayos ultra alguna cosa y me dejaba ahí sentada siendo alumbrada, en un salón grandísimo, sola, mientras él daba "la ronda"... A veces entraba gente, y yo, con mis gafitas que me dejaban ciega, decía: papi? Mirando hacia el lugar de donde provenían los sonidos; si no era papi, nadie me contestaba... Esta historia me produce una especie de compasión conmigo misma todavía después de tanto tiempo, en esa época yo tendría entre 6 u 8 años. La primera vez que fui donde un psiquiatra, en alguna de las citas, le conté este cuento y él tomó atenta nota. Nada de lo que dije antes le había parecido tan interesante como para hacerlo, pero ese dato sí... y ahí empecé a pensar yo, que rayón me habría dejado ese episodio. Todavía no sé... No lo debe cubrir el POS, pero en cambio mi papá, tampoco lo cubre...

Cuando tenía 3 meses, mi mamá le dijo a mi papá que le parecía que yo estaba enferma, y mi papá le dijo, con un análisis y un ojo clínico lleno de insolencia que si era que no me veía lo gordita que estaba, que yo no tenía nada... mi mamá no le creyó y algo hizo. El caso es que no me les morí de chiripa, pasé 15 días hospitalizada, con una deshidratación causada por no sé que bacteria y cuando tenía 15 años me dio anemia. Cuando me hicieron los exámenes tenía la hemoglobina en 9, también me la descubrió mi mamá y también mi papá insistió en en decir que "la gordita no tiene nada"... yo realmente de todos los médicos de mi casa, le debo la vida a Pili que estudió en el SENA para secretaria.

Con mi hermanita es distinto... ella no hace chistes. Su impaciencia es impaciencia y no más.

- Julia, me revisas que no sé qué tengo...
- Pero si se va a dejar revisar sin llorar... (y voltea los ojos)

- Juli, tengo como migraña...
- ¿y ya se tomó algo? (voltea los ojos)
- Estoy esperando que tu me digas qué me tomo
- Usted sabe: acetaminofén
- Pero es que es migraña
- Tómese dos

- Juli, ¿me aplicas una inyección?
- Ana María, vea, yo le aplico la inyección, pero no hace escándalos, ni me llora, ni nada, que eso es más peligroso, le puedo quebrar la aguja en la nalga, le puedo coger un nervio y ahí sí queda jodida
- Bueno, pero la idea es que no me de más miedo
- Usted verá... al primer problema que ponga, no le pongo la inyección...
- No, entonces mejor no...
- (Voltea los ojos) bueno...

- (Tímidamente) Julita... (yo no sé por qué se me nota en el tono cuando le voy a hacer una consultica)
- (Voltea los ojos...)

Y por último, mi tío Anibal que vive en Medellín... está muy lejos como para que sea una opción viable, pero eso sí, cada que uno le pregunta algo de medicina, él se devuelve hasta el juramento Hipocrático, y le da a uno clases de historia de la medicina... es además patólogo, así que nunca lo he visto recetario en mano...

En diciembre estuvimos todos en Pereira y a mi me dio Mononucleosis... ninguno hizo el diagnósitco...

Yo por eso me preocupo por los cambios en la ley de salud, porque los médicos de mi casa, no son mi mejor opción... con cariño, su hermana, hija, sobrina...
PUBLICADO POR ANA MARÍA MESA VILLEGAS EN 11:01

viernes, 19 de febrero de 2010

La Multiplicación de los panes

Este artículo fue publicado en abril del 2008 en el Periódico "Vivir en el Poblado"

Recientemente estuve viendo algunas películas ambientadas en la Italia de los años 50 ó 60. En ellas, una escena común es una fiesta de una tarde de verano, en la que participa una familia sentada al aire libre alrededor de una gran mesa de madera que está localizada en un patio bajo un parral, alrededor de esta mesa se realizan almuerzos pantagruélicos regados con abundante vino; en cierto momento alguien empieza a tocar el acordeón, todos cantan, danzan y se divierten; en la fiesta están los abuelos octogenarios, sus hijos nietos y biznietos, familiares, amigos e invitados.

Estas imágenes me trajeron a la memoria dos situaciones de mi vida. En la primera aparecen mis abuelos Rafael y Clementina, en la segunda Don Tulio y Doña Lucila. Ambos casos con algo en común: un número importante de hijos.

Mis abuelos tuvieron 14 hijos, contaba doña Clementina que cuando hace unos noventa años iba a la plaza de mercado, al comprar bastimentos en grandes cantidades lograba buenos precios y era perseguida por los vendedores porque sabían que con ella tendrían una venta sustanciosa. En esas épocas no había neveras para conservar los alimentos y por lo tanto tenía que ir 2 ó 3 veces a la semana a la plaza de Cisneros. Terminada su mañana de compras, que empezaba muy temprano, buscaba un carro de bestias que llevaba la preciosa mercadería desde la plaza a su casa situada en la calle Ecuador. La montaña de comida que había comprado desaparecía en 2 ó 3 días. Con ella atendía la demanda insaciable de sus 14 hijos, la de sus amigos que aparecían a las horas de las comidas, la de las personas que trabajaban en su casa y la sus familiares, que ese día habían venido a Medellín desde poblaciones cercanas o lejanas y que pasaban a saludarlos. Parecería que el bolsillo de mi abuelo era inagotable, lo que no era cierto, pero ellos administraban juiciosamente la economía familiar, en tal forma que nunca faltara en su mesa una comida digna que apaciguara el hambre de las 20 o más personas que acudían a ella diariamente.

Don Tulio y Doña Lucila tuvieron 11 hijos y 3 sobrinas que eran como otras hijas más, en total 14. Don Tulio trabajaba desde temprano en la mañana hasta muy tarde en la noche, por su trabajo se pasaba horas y horas sumando, restando, multiplicando y dividiendo en su calculadora Facit, tenía un buen humor extraordinario, miraba siempre a la vida con optimismo y estaba confiado en que nunca les faltaría con que alimentar a su extensa familia. Doña Lucila trabajaba incansablemente; además de llevar la casa, administraba un mini mercado con unas amigas, organizaba bingos en su casa, ayudaba a la iglesia y ejecutaba otros trabajos que ayudaban a sobrellevar la pesada carga económica que significaba levantar ese familión. Siempre tenía 2 ó 3 ayudantes en la casa, en la cocina bullían permanentemente las ollas que al final alimentarían a sus hijos, a las sobrinas cuando iban, a sus maridos e hijos, a los novios o novias de sus hijos; por si fuera poco, a los amigos de los hijos, a las personas que pasaban a saludarla porque era muy querida, y además le quedaba algo de comida para repartir a los necesitados del vecindario. Para las grandes fiestas se trabajaba durante varios días en la cocina, en la preparación de unos tamales inmensos, un gran pernil de cerdo, ensaladas de todas clases, postres, tortas, en fin todo lo necesario para saciar las bocas hambrientas que pulularíamos ese día por su casa.

En su época ya existían las neveras, para ese familión una no era suficiente. Para ir a sus compras a la plaza de mercado o a “La Candelaria” iba en una inmensa camioneta, regresando con ella completamente cargada llena de bultos y canastos colmados, la descargada y acomodo de las compras en la despensa era todo un operativo familiar. Con tanta demanda no era extraño que tuviera que ir de compras una segunda o tercera vez cada semana, para ajustarse a las necesidades insaciables de todos los que pasábamos por su mesa, siempre se hacía un poco más por si aparecía alguien a última hora, lo que seguramente ocurriría…

Las familias numerosas existen hoy en el recuerdo de los mayores o en las novelas, ahora lo normal es que sean de 4 personas: los padres y uno ó dos hijos. Pensando en este tema y reflexionando acerca de las personas descritas y como hacían para supervivir, yo me pregunto: no sería por casualidad que por su espíritu cristiano y alta religiosidad se realizaba diariamente, sin que fuéramos conscientes de ello, el milagro que nos relata San Juan en la Biblia sobre la multiplicación de los panes y los peces?, de otra forma no me explico como podría suceder lo que hoy he narrado.

Buenos Aires, abril de 2008.

jueves, 18 de febrero de 2010

La edad de Oro de los Mesa

Para mi la edad de oro de la familia Mesa fueron los años 50 del siglo pasado, cuando yo observaba al mundo con ojos de adolescente.
Papá Rafael tenía la mejor fotografía de Medellín, por donde pasaba "Who is Who" de la ciudad para perpetuarse en negativo. Doña Clementina -mamá Tina- tenía línea directa con el cielo como resultado de las 15 misas a las que atendía cada día y a los 2 o 3 rosarios que recitaba por la tarde.
Rafael había creado un emporio -lástima de su pronta desaparición- y fue el primer millonario verdadero que conocí, cuando cada peso equivalía a medio dólar, y estoy hablando de dólares de hace como 50 años, que no se a cuantos de los de hoy equivaldrían, pero deben de ser muchos!
Ignacio desde Bogotá estaba cerca del poder nacional y así fue como en cierto momento pasó a ser Ministro Consejero de la Embajada de Colombia en Washington.
Luis era "dueño"del seguro social, Alfonso de Argos, Hernando de una de las fábricas de Fabricato, mi papá de la Tropical Oil Company de Medellín.
Javier era dueño de las Empresas Públicas de Medellín.
Jesús y Alberto sabían como nadie acerca de como diseñar y construir en todo el país los edificios y oficinas del Banco Comercial Antioqueño.
La tía Merceditas hacía los sábados los mejores pancitos y bizcochos del mundo, además de una insuperable María Luisa.
Y para finalizar tres tías en Europa cuidando ancianos en las casas de las Hermanitas de los Pobres y haciendo méritos para la salvación eterna de toda la familia.
Cuando Ignacio venía desde Bogotá de visita, generalmente por un fin de semana, ese día la casa de los abuelos se invadía del olor de los pasteles de Gloria que hacían las Henaos -amigas de la juventud de Merceditas y mi mamá- y que por no haberse casado tenían tiempo para hacer los mejores pastelitos del mundo hechos con masa hojaldrada amasada por ellas.
Coinciden ustedes conmigo en que esa fue la edad dorada de los Mesa Salazar? Espero que sí!

¿Seré Navarro Mesa o Mesa Navarro?

Álvaro, hijo de Lola y Benjamín, padeciente de la enfermedad Mesa: ingeniero y retirado hoy de esas actividades numéricas, o sea que ya soy casi normal.
En terceras nupcias estoy casado con Matilde Marín, argentina y artista visual de profesión. De mi primera administración tengo un hijo, Álvaro Ignacio, que vive en Sidney con su esposa Andrea.
Sali de medallo en 1978, he vivido feliz en Ecuador, los USA, Uruguay y Argentina. Con Matilde tratamos de ir anualmente a Uribilandia...
Me parece que hago debido honor al apellido: me encanta la mesa y lo que ocurre alrededor de ella, desde la cocina hasta criticar lo que otros hacen con ella a través de columnas en Vivir en el Poblado, para los que viven lejos periódico focalizado en los estratos 6 y superiores de Medellín.
Disfruto de un buen vino tinto para acompañar las comidas o en las tardes de un trago de agua de escocia, bien sea del Juanito caminador o de una sola malta.
Para finalizar esta larga diatriba, disfruto enormemente de la naturaleza y de la pesca con mosca, especialmente en las soledades de la Patagonia.