viernes, 30 de abril de 2010

Cordon Bleu de pechugas de pollo

propuesto por Alejandro Mesa, al que le he agregado una salsa Mornay.



Ingredientes:
2 pechugas de Pollo
6 tajadas de Jamón (yo utilicé jamón serrano o crudo)
6 tajadas de queso Mozarella
1 cucharadita de Pimienta negra recién molida
2 cucharaditas de Curry
Sal (al gusto)

Para la Salsa:
2 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de harina
1 ½ tazas de leche tibia
1 taza de queso de Gruyere o Suizo, rallado
Sal, Pimienta y Nuez Moscada, al gusto

Preparación:
Cortar por la mitad las pechugas de pollo, quitando los bordes blancos, luego en un recipiente hondo, mezclar con el curry, la pimienta y la sal; luego de untarse hasta el codo con todo eso, pasar las pechugas a una tabla, colocar intercaladamente las tajadas de jamón y queso, enrollar como si fuera un tapete bien apretadito. Preferiblemente amarrándolas con cordel.
Se colocan en una refractaria rectangular untada de mantequilla.
Precalentar el horno a 400 grados Fahrenheit (200 grados centígrados).
Para preparar la salsa, poner a derretir la mantequilla a fuego medio, agregar la harina y revolver todo bien, bajar el fuego al mínimo y poco a poco agregar la leche, revolviendo todo continuamente para que no se formen grumos. Una vez agregada toda la leche, agregar la sal, la pimienta, la nuez moscada y el queso gruyere, reservando unas dos cucharadas de éste último. Bajar la salsa del fuego y bañar las pechugas con ella, esparcir encima el resto de queso rallado.
Llevar el molde al horno y dejar cocinar a durante 25 minutos, a continuación subir la temperatura al máximo y dejar gratinar 5 o 10 minutos hasta que la superficie tome un lindo color.
Dejar enfriar, y retirar los cordeles.
Partir cada pechuga en tajadas medianas y servirlas, cubiertas con la salsa. Acompañar con arroz. 
Resultado: quien quiere más?

lunes, 26 de abril de 2010

Crónica de mis vacaciones



De viaje por el río Chubut




En mi vida me había imaginado que en la puerta de mis 70 años estaría viviendo durante una semana como un boy scout, viajando en bote a lo  largo de un río, haciendo un campamento al final de cada día y durmiendo en carpa.

Pero esto fue lo que hice en las vacaciones de éste año, cuando con Pepe Ruiz, Tito Tagle y Roberto Mesa nos embarcamos por el río Chubut. Con Tito habíamos hablado sobre este viaje durante casi 20 años,  pero por una razón u otra no habíamos logrado materializarlo. El es mi amigo y guía de pesca y lo que se de pesca con mosca, lo aprendí gracias a él y con él practico anualmente este deporte en la Patagonia. Pepe es el esposo de Chela Ruiz, la administradora de la Hostería del Pedregoso y Roberto es otro guía y amigo que trabaja con Tito.

El viaje significa cargar con la casa “a cuestas” por una semana, tal como lo hacen como los caracoles. La lista de artículos que se requieren es prácticamente interminable y podría ser algo más o menos así: Botes inflables preparados para navegar por ríos correntosos con sus correspondientes remos y salvavidas, carpas para dormir, carpa para comedor, mesas para comer y preparar los alimentos, sillas para descansar fuera del bote, colchones inflables con su respectivo inflador, catres de campaña por si alguien los desea, bolsos de dormir y mantas; moto sierra para abrir paso en algunos tramos del río o para cortar la leña para hacer el fuego en el fogón, fósforos o encendedor, parrilla y cruz para hacer los asados, sartén olla y disco de arado para hacer las comidas, tetera y cafetera; balde y palangana, jabones, esponjas de acero y espuma para hacer la limpieza; cuchillería para preparar los alimentos y cuchara de madera para remover la cocción; platos, tazas, tenedores, cuchillos, cucharas y cucharitas, tabla para picar, vasos y copas, quesos blandos y duros de varias clases, mantequilla, salames de diferentes clases para las picadas a la hora del almuerzo y al terminar el día y acompañadas de vino, cerveza o refrescos; aceite para cocinar, tomates, cebollas, ajo, sal, pimienta y perejil, lechuga, costillar de cordero y colita de cuadril, pollos, huevos, panceta, arroz, leche, crema de leche; agua potable, panes, café, te y mate, azúcar o edulcorantes, dulce de leche y mermeladas; refrigeradoras, hielo, papel higiénico, servilletas de papel, limpiadores y secadores, carpas para cubrir todo durante el viaje y la noche y evitar que se la carga se moje en caso de lluvia, lazos para sujetar todo y evitar que la carga se caiga al agua, y estoy seguro que se me ha escapado más de un elemento!

A todo lo anterior hay que agregarle el menaje de cada participante que además de sus elementos de aseo personal comprende la vestimenta apropiada para el clima reinante, teniendo en cuenta que en la Patagonia las noches son frías, chaqueta impermeable y para cortar el viento, ropa y botas especiales para los pescadores, las que les permiten ingresar al río sin mojarse, acompañados del correspondiente chaleco con sus múltiples bolsillos llenos de accesorios “indispensables”, cajas con moscas diseñadas para cada situación y finalmente la caña o cañas, con sus “reels” montados con líneas de flote que son las que serán utilizadas durante el viaje.


Para que el lector se pueda formar una idea del viaje, este transcurrió a lo largo de unos 100 kilómetros del río Chubut, curso de aguas claras, que merodea a lo largo de la estepa patagónica. En la zona del recorrido cuenta con un caudal moderado que no presenta la imponencia y bravura de los ríos del sur de Argentina y Chile. En algunos sitios presenta correderas o pequeños saltos, en otros discurre mansamente con velocidades bajas, su profundidad varía entre unos pocos centímetros, donde para avanzar habrá que arrastrar los botes, hasta remansos con profundidades de varios metros. Es un río que para navegarlo requiere de mucha destreza, al menor descuido el bote y sus ocupantes y los cargamentos pueden terminar estrellados contra un árbol en uno de los innumerables recodos del camino, afortunadamente Tito y Roberto son muy duchos en estos menesteres y todo trascurre sin que los pescadores tengan sensación de peligro.

Dicho todo lo anterior, cuales fueron las rutinas o actividades diarias? Esta claro que el objetivo principal era la pesca, entonces había que tener lista la caña y empezar a lanzar hacia las orillas que en unos casos están llenas de vegetación, en otras están conformadas por barrancas y en otras por árboles o zonas de árboles con espacios entre ellos protegidos del sol, en todos estos sitios están refugiadas las truchas de mayor tamaño, las que esperan confiadas a que el río les aporte su ración diaria de alimentación; además se encontrarán truchas de porte menor en el medio de la correntada. La pesca en estas circunstancias no es extremadamente difícil, pero exige concentración y precisión por parte del pescador.

Una característica de la zona que recorrimos es que no tiene accesos intermedios entre los extremos (atraviesa una estancia dedicada a la cría de ovejas y vacunos y a la reforestación) y el río tiene unas condiciones óptimas de producción de organismos vivos para alimentar los peces que lo pueblan. Como resultado se tiene una cantidad importante de truchas que llegan a tener un buen tamaño. Un pescador de habilidad mediana podrá capturar fácilmente – y luego regresar vivos al río – unos 10 ejemplares por día.


Al medio día se buscaba un sitio en la orilla para descansar y almorzar. Se armaban la mesa, las sillas y  un fuego, mientras este cocinaba el almuerzo se compartían pan, salame, quesos, aceitunas, refrescos, cerveza o vino y después de unas dos horas se recogía todo (inclusive la basura) y se regresaba al río para continuar con el el viaje y con la pesca. Se avanzaba hasta las 19 horas, antes del anochecer, se buscaba un lugar protegido en las orillas, se bajaba todo de los botes y se armaba el campamento que consistía en la carpa comedor, las carpas para dormir, el fogón y la parrilla, las sillas, las mesas, etc. Mientras se preparaba la cena se consumían aperitivos y se consumía el tiempo con una buena conversación. Que cenamos durante las 4 noches: corderito al asador, pasta con salsa bolognesa, colita de cuadril y pollo al disco con verduras salteadas, acompañados de un buen vino tinto. A eso de las 10 de la noche el frío empezaba a apretar y entonces  decidíamos ir a dormir.

Tuve la oportunidad de compartir días hermosos en medio de una naturaleza intocada y fuerte como es la de la Patagonia en la compañía de grandes amigos. Que más se puede pedir para disfrutar de una vacación perfecta?


Buenos Aires, abril de 2010


viernes, 16 de abril de 2010

Pizzas para este fin de semana

Masa para Pizza

Si desean hacer unas pizzas crocantes y delgadas, esta es la masa indicada. Con las cantidades que se indican será suficiente para preparar tres pizzas medianas.

Ingredientes
4 tazas de harina de Trigo, tamaño OOO
1 1/3 tazas de Agua tibia
1/2 paquete de 25 gramos de Levadura seca instantánea , ó 25 gramos de levadura fresca
1 cucharadita de Azúcar
1 cucharadita de Sal
1/2 taza de Aceite de Oliva

Preparación
En un recipiente grande disolver la levadura y el azúcar en el agua tibia, dejar reposar unos 10 minutos hasta que la mezcla esté cremosa.
Agregar el aceite de oliva y la sal.
Poco a poco ir agregando la harina, revolviéndola hasta que quede incorporada en la mezcla. Cuando se termine de incorporar, en una superficie seca y enharinada amasar la mezcla por aproximadamente 10 minutos. Se amasa hasta tener una masa suave y elástica.
Poner a levar la masa en un recipiente que previamente ha sido engrasado. Cubrirlo con plástico o con un repasador. Poner a levar en un lugar cálido adonde no haya corriente de aire. Estará lista cuando su volumen haya aumentado al doble, aproximadamente en una hora.
Se presiona la masa para sacarle el aire y se divide en tres partes.
En una superficie seca y enharinada, utilizando un rodillo, estirar la masa hasta que quede delgada, de unos 5 milímetros de espesor. Pasar la masa a un molde de pizza engrasado y adonde se ha esparcido harina de trigo o de maíz. Cubrir la masa con un repasador y dejarla levar una media hora.
Precocer la masa en horno suave por unos 10 minutos con el fin de que no siga levando, para ello cubrir la masa con frijoles, garbanzos u otro elemento que le de peso e impida que leve crezca demasiado.


Pizza a la Napolitana

Ingredientes
2 ó 3 cucharadas de Aceite de Oliva
1/2 kilo de Tomates, pelados, sin semillas y cortados en rodajas finas
100 gramos de Queso Mozzarella o Port Salut, rallado
6 filetes de Anchoas
1 cucharada de Alcaparras conservadas
1 1/2 cucharaditas de Orégano seco, o unas 8 hojas de Albahaca fresca
1 cucharadita de Sal
Pimienta recién molida (opcional)

Preparación
Precalentar el horno a unos 220 grados.
Humedecer la masa con un poco de aceite de oliva. Repartir los tomates simétricamente sobre la masa. Esparcir el queso sobre los tomates.
Repartir luego las anchoas y las alcaparras. Esparcir el orégano o la albahaca, la sal y la pimienta. Poner encima el resto del aceite.
Hornear por unos 20 minutos. La masa debe quedar crocante.


Pizza a la Napolitana (otra)

Ingredientes
2 ó 3 cucharadas de Aceite de Oliva
1/2 kilo de Tomates, pelados, sin semillas y picados finamente
2 dientes de Ajo, cortados en rodajas muy finas
1 1/2 cucharadita de Orégano seco o unas 8 hojas de Albahaca fresca
1 cucharadita de sal
Pimienta recién molida (opcional)

Preparación
Precalentar el horno a unos 220 grados.
Humedecer la masa con un poco de aceite de oliva. Cubrirla con los tomates, esparcir el ajo, el orégano o la albahaca, la sal y la pimienta.
Poner encima el resto del aceite.
Hornear por unos 20 minutos. La masa debe quedar crocante.

Pizza con hongos

Ingredientes
2 ó 3 cucharadas de Aceite de Oliva
100 gramos de hongos frescos o secos hidratados previamente
½ taza de salsa de tomate hecha con media cebolla cortada en rodajas, quebrantada en aceite de oliva o mantequilla y 1 taza de tomates sin semilla picados gruesos, cocido todo unos 15 minutos.
Tiras de pimentón verde o rojo, quebrantadas en mantequilla
100 gramos de Queso Mozzarella o Port Salut, rallado
8 hojas de Albahaca fresca
1 cucharadita de sal

Preparación
Precalentar el horno a unos 220 grados.
Humedecer la masa con un poco de aceite de oliva. Repartir la salsa y luego los hongos y tiras de pimentón sobre la masa. Esparcir el queso sobre los ingredientes anteriores. Repartir luego las hojas de albahaca, la sal y la pimienta. Poner encima el resto del aceite.
Hornear por unos 20 minutos. La masa debe quedar crocante.