lunes, 26 de abril de 2010

Crónica de mis vacaciones



De viaje por el río Chubut




En mi vida me había imaginado que en la puerta de mis 70 años estaría viviendo durante una semana como un boy scout, viajando en bote a lo  largo de un río, haciendo un campamento al final de cada día y durmiendo en carpa.

Pero esto fue lo que hice en las vacaciones de éste año, cuando con Pepe Ruiz, Tito Tagle y Roberto Mesa nos embarcamos por el río Chubut. Con Tito habíamos hablado sobre este viaje durante casi 20 años,  pero por una razón u otra no habíamos logrado materializarlo. El es mi amigo y guía de pesca y lo que se de pesca con mosca, lo aprendí gracias a él y con él practico anualmente este deporte en la Patagonia. Pepe es el esposo de Chela Ruiz, la administradora de la Hostería del Pedregoso y Roberto es otro guía y amigo que trabaja con Tito.

El viaje significa cargar con la casa “a cuestas” por una semana, tal como lo hacen como los caracoles. La lista de artículos que se requieren es prácticamente interminable y podría ser algo más o menos así: Botes inflables preparados para navegar por ríos correntosos con sus correspondientes remos y salvavidas, carpas para dormir, carpa para comedor, mesas para comer y preparar los alimentos, sillas para descansar fuera del bote, colchones inflables con su respectivo inflador, catres de campaña por si alguien los desea, bolsos de dormir y mantas; moto sierra para abrir paso en algunos tramos del río o para cortar la leña para hacer el fuego en el fogón, fósforos o encendedor, parrilla y cruz para hacer los asados, sartén olla y disco de arado para hacer las comidas, tetera y cafetera; balde y palangana, jabones, esponjas de acero y espuma para hacer la limpieza; cuchillería para preparar los alimentos y cuchara de madera para remover la cocción; platos, tazas, tenedores, cuchillos, cucharas y cucharitas, tabla para picar, vasos y copas, quesos blandos y duros de varias clases, mantequilla, salames de diferentes clases para las picadas a la hora del almuerzo y al terminar el día y acompañadas de vino, cerveza o refrescos; aceite para cocinar, tomates, cebollas, ajo, sal, pimienta y perejil, lechuga, costillar de cordero y colita de cuadril, pollos, huevos, panceta, arroz, leche, crema de leche; agua potable, panes, café, te y mate, azúcar o edulcorantes, dulce de leche y mermeladas; refrigeradoras, hielo, papel higiénico, servilletas de papel, limpiadores y secadores, carpas para cubrir todo durante el viaje y la noche y evitar que se la carga se moje en caso de lluvia, lazos para sujetar todo y evitar que la carga se caiga al agua, y estoy seguro que se me ha escapado más de un elemento!

A todo lo anterior hay que agregarle el menaje de cada participante que además de sus elementos de aseo personal comprende la vestimenta apropiada para el clima reinante, teniendo en cuenta que en la Patagonia las noches son frías, chaqueta impermeable y para cortar el viento, ropa y botas especiales para los pescadores, las que les permiten ingresar al río sin mojarse, acompañados del correspondiente chaleco con sus múltiples bolsillos llenos de accesorios “indispensables”, cajas con moscas diseñadas para cada situación y finalmente la caña o cañas, con sus “reels” montados con líneas de flote que son las que serán utilizadas durante el viaje.


Para que el lector se pueda formar una idea del viaje, este transcurrió a lo largo de unos 100 kilómetros del río Chubut, curso de aguas claras, que merodea a lo largo de la estepa patagónica. En la zona del recorrido cuenta con un caudal moderado que no presenta la imponencia y bravura de los ríos del sur de Argentina y Chile. En algunos sitios presenta correderas o pequeños saltos, en otros discurre mansamente con velocidades bajas, su profundidad varía entre unos pocos centímetros, donde para avanzar habrá que arrastrar los botes, hasta remansos con profundidades de varios metros. Es un río que para navegarlo requiere de mucha destreza, al menor descuido el bote y sus ocupantes y los cargamentos pueden terminar estrellados contra un árbol en uno de los innumerables recodos del camino, afortunadamente Tito y Roberto son muy duchos en estos menesteres y todo trascurre sin que los pescadores tengan sensación de peligro.

Dicho todo lo anterior, cuales fueron las rutinas o actividades diarias? Esta claro que el objetivo principal era la pesca, entonces había que tener lista la caña y empezar a lanzar hacia las orillas que en unos casos están llenas de vegetación, en otras están conformadas por barrancas y en otras por árboles o zonas de árboles con espacios entre ellos protegidos del sol, en todos estos sitios están refugiadas las truchas de mayor tamaño, las que esperan confiadas a que el río les aporte su ración diaria de alimentación; además se encontrarán truchas de porte menor en el medio de la correntada. La pesca en estas circunstancias no es extremadamente difícil, pero exige concentración y precisión por parte del pescador.

Una característica de la zona que recorrimos es que no tiene accesos intermedios entre los extremos (atraviesa una estancia dedicada a la cría de ovejas y vacunos y a la reforestación) y el río tiene unas condiciones óptimas de producción de organismos vivos para alimentar los peces que lo pueblan. Como resultado se tiene una cantidad importante de truchas que llegan a tener un buen tamaño. Un pescador de habilidad mediana podrá capturar fácilmente – y luego regresar vivos al río – unos 10 ejemplares por día.


Al medio día se buscaba un sitio en la orilla para descansar y almorzar. Se armaban la mesa, las sillas y  un fuego, mientras este cocinaba el almuerzo se compartían pan, salame, quesos, aceitunas, refrescos, cerveza o vino y después de unas dos horas se recogía todo (inclusive la basura) y se regresaba al río para continuar con el el viaje y con la pesca. Se avanzaba hasta las 19 horas, antes del anochecer, se buscaba un lugar protegido en las orillas, se bajaba todo de los botes y se armaba el campamento que consistía en la carpa comedor, las carpas para dormir, el fogón y la parrilla, las sillas, las mesas, etc. Mientras se preparaba la cena se consumían aperitivos y se consumía el tiempo con una buena conversación. Que cenamos durante las 4 noches: corderito al asador, pasta con salsa bolognesa, colita de cuadril y pollo al disco con verduras salteadas, acompañados de un buen vino tinto. A eso de las 10 de la noche el frío empezaba a apretar y entonces  decidíamos ir a dormir.

Tuve la oportunidad de compartir días hermosos en medio de una naturaleza intocada y fuerte como es la de la Patagonia en la compañía de grandes amigos. Que más se puede pedir para disfrutar de una vacación perfecta?


Buenos Aires, abril de 2010


11 comentarios:

  1. no es nada de política: pero estoy absolutamente VERDE. Verde de la envidia por este viaje que te has mandado,por tener el espíritu de hacerlo,planearlo,ejecutarlo,disfrutarlo y luego escribirlo para el disfrute de otros que se ponen verdes!!!!Felicitaciones!!!!

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  2. Gracias Ana María.
    Para mi gusto esta experiencia es comparable a la del Camino de Santiago: Imborrable, y que se recuerda con fruicción y cariño cadavez que pasa por nuestra mente.

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  3. Juan Carlos Navarro27 de abril de 2010, 0:56

    Me "coloco" verde de la envidia. Qué nota de paseo. Creo que llega uno completamente fresco, renovado, limpio de la ciudad, lleno de campo, qué maravilla. Las fotos del río, dan unas ganas de estar por allí. Me gusta ese esstilo de pesca, en la que devuelven el animal a su habitat. Y para acabar de ajustar, antanas se encaramó en las encuestas....

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  4. Qué nota de vacaciones y qué narración tan entretenida!!!
    Qué cantidad de cosas las que hacen falta! de qué tamaño era el bote??? qué peso llevaban??? una super aventura!!!!!!!!!!!!

    Te estás convirtiendo en leyenda a mis ojos!!

    Mua!

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  5. Gracias a todos por los comentarios.
    Lo menos que puede hacer uno en esta vida es compartir las cosas buenas que le suceden, de compartir las malas que se encarguen los demás!
    Me parece que cada en cada bote se llevaba fácilmente algo así como un metro cúbico (o más)de carga. Si quieren saber de que estamos hablando empaquen la lista abreviada que dí y vean cuanto podría ser, jejeje
    Y una aclaración para los pescadores con mosca: llevé una caña 4 de acción lenta y de 8 pies de largo, como señuelos utilizamos prácticamente los del tipo "atractor" que hicieron que las truchas respondieran rápidamente.

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  7. As{i que la pasaste bien en el viaje por el rio? La verdad que Argentina tiene muchos buenos lugares para ir por agua. Y lindos paisajes tambien. Yo realicé Cruceros desde Buenos Aires que estaban b{arbaros. Recorrias desde la costa hasta la Patagonia y y muy divertidos.
    Te lo recomiendo si te gusta navegar.
    Saludos
    Maru

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  8. Gracias Mariana, me gusta que te hayas interesado por el viaje realizado. Saludos
    alvaron

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  9. Yo me estoy matando por poder comprar pasajes a Miami para poder tener mis vacaciones tan deseadas.... pero la verdad que al ver esto me estoy volviendo a plantear si no vacacionar en mi país.... se ve realmente bonito....
    algo que puedas decirme como para que me termine de convencer?

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  10. Gracias Mónica. Acabo de regresar de Salta y Jujuy que me enamoraron con sus gentes y paisajes, un destino bien lindo para estos meses de otoño. Argentina te da muchas y variadas opciones, para mencionar unas pocas: los esteros de Iberá -donde a través de un manejo responsable -la naturaleza y los hombres conviven en armonía; Mendoza y sus rutas del vino (sobre este tema encontrarás algo más en este blog); El Calafate y Ushuaia con su impresionante topografía; San Martín de los Andes y la ruta de los 7 lagos con la belleza de la patagonia de la precordillera; las termas de Copahue en Neuquén que bien pueden considerarse como un curso intensivo de salud en una semana. Cualquiera de ellos -para mí- compite ventajosamente con Miami.....
    Saludos

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  11. gracias x la inspiración, tambien conozco a Tito, Pepe, Chela, desde hace 13 años, y ésta la tenía pendiente, gracias x que ahora a los 72 todavía estoy como para hacerlo, los costillares de Pepe, en el pedregoso, La cabalgata con Tito del otro lado de lamontaña, al lago donde él sembró, la cocina de Chela, no se pueden contar , las tener que sentir y vivir, QUE SUERTE QUE HAY CON QUIEN COMENTAR LO QUE TANTO ME GUSTA
    ISIDORO

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