Pierna de Cordero para fin de año del 2011
En Noviembre y faltando un mes para la cena de navidad, se me
ocurrió que sería excelente hacer una pierna de cordero para esa noche, me
dirigí al mercado de San Telmo y le encargué una pierna al carnicero que en mi
concepto vende la mejor carne de ese sitio. Me indicó que en ese momento no la
tenía pero que en dos días me tendría una, lo que sucedió efectivamente dos
días después. Le perdí que me la preparara, para lo cual hizo una incisión en la
rodilla extrayendo la glándula correspondiente. Me entregó una pierna hermosa con
un peso de unos 2 y medio kilos.
Compro poca carne, pero cuando lo hago prefiero estacionarla
congelándola, bien envuelta en un liencillo de algodón. A partir de ese día y
hasta el 23 de diciembre estuvo depositada en el congelador. Ese día, en la
mañana, la saqué, le retiré el liencillo del envoltorio y la traslade a la
parte inferior del refrigerador para que se descongelara.
Un día después estaba preparada para los pasos siguientes de su
preparación. Primero y con la ayuda de un cuchillo afilado le retiré toda la
grasa visible en su exterior. A continuación mezclé muy bien dos cucharadas de
mostaza, dos cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de salsa de soja, una
cucharada de tomillo y media cucharada de romero, mezcla que froté en la pierna
para dejarla marinando durante varias horas, además corté un diente de ajo en
lajas muy finas las que con la ayuda de un cuchillo bien afilado introduje en
varios sitios de la pierna. Para terminar esta etapa, con un cordel amarré bien
la pierna, haciendo una especie de enrejado muy separado, esto con el fin de
mantenerla bien conformada durante su cocción.
Al finalizar la tarde empecé las labores de cocción, primero
sellando la carne con aceite y grasa de cerdo muy calientes, y a continuación
horneándola a fuego muy bajo durante dos horas, (hasta que la carne se
desprendiera fácilmente del hueso).
Paralelamente cocine papas y batatas en rodajas y arroz integral,
que fueron un acompañamiento adecuado
para este plato apetitoso. Dejé reposar todo unos minutos, destapé una botella
de un buen Syrah y así celebramos con Matilde la noche de navidad. El postre
fue cerezas de estación y el café lo acompañamos con tajadas del Panettone que
había hecho algunos días antes.
Ingredientes
para 6 a 8 personas:
1 pierna de Cordero de unos 2 kilos
de peso con su hueso
2 cucharadas de Mostaza
2 cucharadas de Aceite de Oliva
1 cucharadita de salsa de Soja
1 cucharada de Tomillo
½ cucharada de Romero
1 diente de ajo, cortado el láminas
delgadas y longitudinales
2 cucharadas de manteca de Cerdo
4 cucharadas de Aceite de Oliva
½ taza de caldo de verduras o de
agua caliente y si es necesario
1 copita de Cognac o de Ron
2 Cebollas cortadas en rodajas
4 dientes de Ajo sin pelar
1 Zanahoria mediana cortada en
rodajas
2 Papas grandes cortadas en rodajas
2 Batatas grandes cortadas en
rodajas
Tomillo y romero
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Se limpia la pierna sacándole toda la grasa
exterior y a continuación se frota con una mezcla hecha con las dos cucharadas
de mostaza, la cucharadita de salsa de
soja, las dos cucharadas de aceite de oliva, una cucharada de tomillo y media cucharada de Romero. Después, cortar un
diente de ajo en láminas longitudinales muy delgadas e insertarlas en la carne
haciendo incisiones con un cuchillo bien afilado. Dejar reposar el cordero, durante
varias horas, en esta especie de marinada.
Poner la manteca de cerdo y el aceite de oliva en
una sartén profunda muy caliente y sellar en ella el cordero por ambos lados
hasta que este bien dorado. Bajar el fuego al mínimo, y añadir las cebollas y
los dientes de ajo, dejándolos cocinar durante 30 minutos.
Prender el horno a fuego mínimo, llevar a el la
sartén con el cordero, la cebolla y los dientes de ajo, Añadir la zanahoria
cortada en rodajas, el tomillo y el romero; de ser necesario y si se observa
que la mezcla está demasiado seca, añadir hasta media taza de caldo de verduras
o de agua.
Se deja que todo esto se cocine a fuego lento durante una hora y media
o hasta que la carne esté muy tierna y se despegue del hueso; añadir entonces el
cognac (o el ron) y flambear hasta que el alcohol se evapore totalmente..
Mientras tanto y por aparte en otra sartén, rehogar
en aceite bien caliente las papas y las batatas y cocerlas hasta que doren.
Para finalizar llevar las tajadas de papa y de patata a la sartén que está en
el horno y cocinar todo junto para integrar los sabores, agregando adicionando
un poco de romero y tomillo.
Acompañar con Syrah o Tempranillo.